sábado, 29 de mayo de 2010

Aparecíste



Largas horas de insomnio te pensé
mil noches de estrellas en un sueño te inventé
bajo la luz de la luna en mi piel te dibujé
imaginándote junto a mí, todo este tiempo te esperé.
Te armaba como a un rompecabezas en mi ser
tu figura deambulaba por mi mente, persistente
dibujaba y desdibujaba tu rostro, no podía conocerte;
eras de sol, eras de nube, eras de amor
eras un todo transparente,
un todo inconsciente flotando en mi mente.
Anhelaba que llegase la noche
que con su manto divino me envolviese
para poder reencontrarme contigo,
para que estés nuevamente conmigo.
Los días se me hacían eternos
pensando y pensando en ese momento
soñando que al cerrar los ojos aparecerías
tomando mi mano... y despertaría
caminando las calles buscando mi ángel
mirando los rostros de los transeúntes
convencida de que quizás el destino me ayude a encontrarte
y de una vez por todas poder abrazarte.
Así transcurrían mis días
paseando entre un montón de nadie
analizando cada sonrisa
imaginando que pronto hallaría la tuya
Y por fin me cubrió la noche
mis sentidos aclamaban a gritos sentir
fueron millones de instantes sin saber de ti
mi imaginación comenzaba a resplandecer
y tu imagen frente a mi florecía otra vez.
Pero esa noche algo cambió,
lo habitual esta vez no sucedió
sentí algo romperse en llanto en mi interior
y mi corazón dando saltos te bosquejó.
Hilos destellantes de magia rodearon mi cama
y un escalofrío recorrió completa mi alma
una figura se materializó ante mí
no podía creerlo, estabas ahí.
Mis ojos comenzaron a llover
y la voz se me quiso romper
una sensación mágica invadió todo mi cuerpo,
corrí a abrazarte...eras sólo un reflejo..
Inevitablemente sentí como mi ilusión se rompió
en mil pedazos en el piso quedó
pero.. no me sentía tan mal
como debería sentirme en realidad
mi alma inexplicablemente no tenía intenciones de llorar..
Pensé y pensé porque esa noche no me desarmé,
en verdad no lo podía comprender,
por largas horas te soñé
y en mil sueños cada noche te amé...
Debía estar juntando mis trozos
y mi corazón estar completamente roto.
Ilusa esa noche fui
por la emoción me dejé invadir
y no pude darme cuenta de lo que en verdad sucedió
no eras tú, era el hada de los sueños de amor
que ante mí se dibujó
que pretendía avisarme
que ya no necesitaría soñarte
que al resplandecer las luces del amanecer
ante mi habías de aparecer...
Y así fue como desperté aquella mañana de enero
esperando que mi sueño se cumpliera
que por fin el hechizo se hiciera realidad..
El día paso, y la noche llegó
bajo la luna aquella madrugada tu figura apareció
llenando mi vida...mi sueño se cumplió.
Y hoy estamos aquí, planeando el porvenir,
construyendo apasionadamente nuestro final feliz...

Lucía Marinelli.-

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